Drones en el sector energético: un nuevo mundo de oportunidades

Un reflejo de los nuevos tiempos y de las enormes posibilidades que nos brinda la tecnología. No se puede catalogar […]

Un reflejo de los nuevos tiempos y de las enormes posibilidades que nos brinda la tecnología. No se puede catalogar de otra manera el espectáculo con el que en Shanghái dieron la bienvenida al año 2020, en una de las imágenes más virales que se recuerdan debido a su belleza, originalidad y magnetismo visual.

 

En esta celebración, que se llevó a cabo sobre el río Huangpu, un total de 2.000 drones despegaron para volar en formación, dibujar distintos patrones (persona corriendo y en movimiento, planeta tierra o un dragón) y dejar sin palabras a todos los asistentes. Los drones, colocados de forma estratégica, fueron controlados por un software capaz de mover todos al mismo tiempo.

 

Este ejemplo pone de manifiesto el gran potencial que ofrecen los drones, cuyo uso se ha extendido en los últimos años. No solo nos referimos al uso recreativo de los mismos, sino también al ámbito profesional, lo que les ha llevado a convertirse en elementos imprescindibles de sectores como la seguridad, el delivery o la construcción.

 

El sector de la energía, debido a su marcado carácter innovador, es otro de los que se apoya de manera constante en el amplio abanico de posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Así llegamos, por ejemplo, a los sistemas de inspección con drones (RPAS) con Inteligencia Artificial (IA) embarcada para plantas fotovoltaicas.

 

Una de las particularidades de este nuevo sistema de inspección termográfica, en el que ya estamos trabajando desde Grupo CMC, es que la IA embarcada queda totalmente integrada en el dron (vuelo), lo que favorece la identificación y el análisis de fallos en las placas durante el propio vuelo, permitiendo:

 

  • Vuelo autónomo: el dron vuela con la mínima intervención del piloto, ya que lleva incorporada la Inteligencia Artificial (IA) para guiarse a través de las plantas.

 

  • Optimización de la información: reducción de la cantidad de información recopilada. El dron únicamente se detiene y realiza las fotografías (RGB+IR) cuando detecta algún tipo de fallo.

 

  • Tiempo real: análisis en tiempo real, con comunicación de las anomalías al final de cada operación de vuelo.

 

  • Eliminación de ortomosaico: su desarrollo conlleva la eliminación del coste y tiempo de generación del ortomosaico, debido a que este resultaría innecesario.

 

En concreto, la inspección termográfica con IA embarcada en el dron supone que este proceda a la inspección de la planta con una planificación mínima de vuelos siguiendo una ruta de manera autónoma. Para lograrlo, incorpora un sensor óptico con sistema LIDAR (Light Detection And Ranging) para el control de altura.

 

En paralelo, otra inteligencia artificial analiza los módulos en tiempo real en busca de anomalías térmicas en los paneles. En este punto, resulta imprescindible que el dron emplee Machine Learning y lleve incorporado un Tensor Flow.

 

Por último, cuando detecta una anomalía térmica, el dron se detiene y realiza dos fotografías (RGB + IR) antes de reanudar su marcha. Los datos de todas las operaciones se obtienen en tiempo real, de modo que, cuando se localizan fallos, se avisa de los mismos indicando su tipología, geolocalización y grado de severidad.

 

Cualquiera se atrevería a decir que, con este caso específico vinculado al sector de la energía, nos estamos refiriendo a algo estrechamente relacionado con la ciencia ficción. ¿Quién no ha dejado volar su imaginación durante unos minutos? Sin embargo, por mucho que podamos imaginar en nuestra mente, la realidad supera siempre a la ficción cuando se extrae el máximo potencial de la tecnología y se consigue aplicar con éxito.

Grupo CMC